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Veranito de San Juan

Mucho se habló durante la semana sobre el “fracaso” de las primarias organizadas por el Servel. La baja participación, y la poca notoriedad que alcanzó esta elección, dio paso a una serie de críticas sobre el desinterés ciudadano en participar de las elecciones, e incluso hablando que el aumento de participación vista el 25 de octubre pasado en el plebiscito, podría incluso ser visto como un “veranito de San Juan” más que un cambio real en la participación ciudadana.

Bajo es lógica, es difícil no entender de donde vienen estas críticas, más que mal el 2021 pasará a nuestra historia como el año donde más cargos de elección popular de nuestro país deberán ser elegidos por la ciudadanía. Presidente, la mitad del Senado, la totalidad de la cámara de Diputados, todos los Acaldes y concejales, además de los flamantes Gobernadores Regionales, y todos los Consejos Regionales del país, sin dejar de lado a los constituyentes. Todos estos cargos estarán en disputa el próximo año, y el punto de partida de este proceso fue las primarias legales del domingo pasado.

Ante eso, ciertamente, la bajísima participación en esta primaria sin duda alguna que se presenta como una señal de alerta pensando en el agitado calendario electoral que se nos viene. Sin embargo, es injusto poner tanta presión sobre una elección de nicho como son las primarias, donde no todos pueden y están convocados a participar.

Factores como la precaria educación cívica en el país, la pandemia y el secuestro de la agenda mediática por parte de la discusión del retiro del 10%, ayudaron que las primarias del pasado domingo 29 no generara un nivel de participación aceptable.

Aun así, a pesar de todo eso, es bastante infundado endosar la responsabilidad de un declive en participación basado solo en una primaria. Para el gran politólogo italiano, Giovanni Sartori, uno debe tomar 3 elecciones consecutivas como referencia para ver si existen cambios trascendentales en los niveles de participación y comportamiento de los votantes; y cuando se refería a elecciones no estaba pensando en un proceso de primarias.

Por lo que si queremos realmente ver si la votación del 25 de octubre fue un “veranito de San Juan” o es el punto de quiebre donde poco a poco la ciudadanía comienza a involucrarse más en la actividad política formal, aún está por verse.

En lo personal, creo que un buen punto de comparación serán los comicios del 11 de abril, donde no solo viviremos la primera elección de cargos populares post estallidos social, sino también tendremos que elegir a los 155 miembros de la comisión constituyente. Y por un tema de consistencia y compromiso con el proceso, uno debería esperar que a lo menos que el próximo abril aparezcan un número similar de personas a las que votaron el 25 de octubre pasado.

Por lo tanto, el llamado a la ciudadanía es claro, y no ha variado mucho en los últimos meses. No debemos restarnos de los procesos electorales, más en un año donde como nunca elegiremos todos los cargos de nuestro Estado. Independiente de las esperanzas y las expectativas del proceso constituyente, el país debe seguir funcionando, ante lo que elegir a buenos representantes sigue siendo vital. Por eso, en estos tiempos de cuestionamiento a nuestras autoridades políticas, no debemos olvidarnos nunca que fuimos nosotros los que los pusimos ahí, y quienes no votan son cómplices pasivos de dichos resultados.

Lucas Serrano Barraza

Cientista Político Magister en Política Públicas de Universidad de Chile, Docente Universitario, Director Administración Pública Advance USS.

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