Violencia contra la mujer en la región del Biobío
Durante los últimos años, hemos sido testigos del surgimiento de movimientos sociales en contra de la violencia a la mujer, como por ejemplo lo es el grito colectivo “Ni una menos” movimiento social de protesta feminista en contra de la violencia machista.
La Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales (2012) así lo demuestra; un 31,9% de las mujeres entre 15 y 65 años, declara haber sufrido alguna
forma de violencia por algún familiar, pareja o ex pareja, alguna vez en su vida – El 74% de ellas indica que la recibió de parte de su pareja o ex pareja-. Respecto a lo que se refiere a la prevalencia de violencia hacia mujeres de manera nacional, la Región del Biobío, presenta un grave diagnóstico, ya que es la segunda región del país con mayor porcentaje de violencia familiar: el 20,9% de las mujeres son víctimas de alguna forma de violencia intrafamiliar.
En un plano mayor, según la ONU, las cifras recientes indican que una de cada tres mujeres (35%) en el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
De 28 femicidios que van en el año, 5 han ocurrido en la región del Biobío, segunda región con mayor cantidad de femicidos después de la RM.
Finalmente, quisiera señalar que, la violencia de género es un problema real en nuestro país –así lo señalan las cifras- el cual no debe ser menoscabado, dado que es nuestro deber como ciudadanos velar por el bien y el pleno desarrollo de todos, y si nosotros fallamos en esta función, es deber del Estado realizar algo al respecto, y ya es hora de que se haga algo, por todas las mujeres que han sido asesinadas en nuestro país; por Magali, Yuri, Lourdes, Claudia y Mariela que han sido las últimas víctimas; y principalmente por todas las mujeres que aún viven con miedo.
Para resolver este problema necesitamos educación, que las personas entiendan desde temprana edad que hay que tratar a todos con respeto, sin importar su género o condición social, y que la violencia es una acción que nunca puede traer consecuencias positivas.
Para resolver este problema, debemos reconocerlo como tal, como una consecuencia del machismo prolongado en el tiempo. Lo que ha significado un trato desigual hacia las mujeres.
Para resolver este problema, necesitamos la participación de todos.
Maximiliano Johnson La Rivera
Fotos: Claudio Bastías Barra
Observatorio de Políticas Regionales