La respuesta de la Muni. de Chiguayante ante emergencias: Vecinos obligados a rascarse con sus propias uñas
“Estaban las condiciones propicias para que ocurriera esto, por lo tanto vaticinarlo no fue difícil”, dijo el alcalde de Chiguayante Antonio Rivas, a la prensa sobre el incendio forestal del 24 de diciembre. ¿De qué manera Rivas se preparó para afrontar su vaticinio?¿Cómo preparó a la comuna?
Desde 2012, año en que Rivas asumió como alcalde de Chiguayante, la comuna ha sido declarada en alerta roja casi cada año en al menos una ocasión debido a riesgo de incendios forestales, inundaciones, deslizamientos de tierra, han sido algunas de las catástrofes que Rivas ha tenido que hacer frentes.
¿Cuáles han sido los aprendizajes a lo largo del tiempo? A juzgar del actuar del municipio en medio del incendio que afectó el cerro Manquimávida en la Nochebuena de 2022, parece que pocos.
Al ver acercarse las llamas, los vecinos de la Villa Santo Domingo dejaron sus cenas navideñas y regalos de lado y comenzaron a buscar la mejor manera de proteger a sus familias y bienes. Estaban arriba de sus casas mojando los techos y las paredes para que las cenizas encendidas que llegaban desde el cerro no dañara sus viviendas. Algunos evacuaban y otros sacaban sus muebles y los echaban en camionetas. Mientras unos hacían cortafuegos y otros miraban con impotencia las llamas acercarse a su hogares.
¿Y el municipio? A un costado del centro de mando de Bomberos justo frente a la villa, se reunía un puñado de funcionarios municipales. El señor alcalde también se les sumó, luego de haberse acercado a los vecinos mientras estos luchaban por sus viviendas. No agradó mucho entre los vecinos sus invitaciones a mantener la calma.
Hay que detenerse en el detalle de que Rivas se haya constituido en el lugar de manera oficial a conversar con los jefes de Bomberos, vecinos y otras autoridades que llevaban en el transcurso de la madrugada y a dar puntos de prensa siendo que era subrogado por Paulina Stuardo Juliá, debido a que él se encuentra con licencia médica. Con su presencia, Rivas no solo pasó por encima de Stuardo y ninguneó su autoridad como jefa comunal en funciones, sino que también incumplió la indicación médica que lo mantiene alejado del sillón edilicio por estos días.
Los vehículos de curiosos y de vecinos tratando de acercarse al incendio detuvieron completamente el tránsito de la calle O’Higgins, impidiendo el paso de los carros bombas obligando así a cortar el tránsito en ese tramo. ¿Quién cortó el tránsito? No fue Carabineros, quienes con solo una patrulla no daban abasto ante la magnitud de la emergencia, no fueron los funcionarios municipales, que nadie entendía bien cuál era su función in situ, fueron los mismos vecinos quienes se repartieron las tareas. Más tarde llegó una camioneta municipal y se cruzó en una calle al interior del perímetro que habían establecidos los vecinos, acción que no solo era inútil, sino que bloqueaba el acceso de Bomberos. Los vecinos fueron quienes le pidieron al conductor municipal que sacara la camionera y fuera a cortar el tránsito en otro lugar donde realmente fuera necesario.
No se trata de pedirle a los burócratas de las oficinas de enfrente del Parque Los Castaños que lleguen a apagar los incendios. No se trata de incumplir una licencia médica para ir a comentar la emergencia con los vecinos y dar puntos de prensa. Se trata de que cuando llega la hora de la acción, la hora de la preparación se acabó. Se trata de que se den las facilidades a los especialistas para que cumplan con su labor y luego hacerse a un lado. Se trata de que los 10 años en que Rivas ha sido alcalde (más 8 años de concejal), han estado repletos de experiencias de catástrofes que aún no producen aprendizaje.
A lo largo de la costa chilena hay vías de evacuación conocidas en caso de tsunami y en todo el país sabemos qué hacer en caso de sismo. ¿Los chiguayantinos saben qué hay que hacer en caso del desborde del río Biobío? ¿Los vecinos de Valle de la Piedra y Valle del Sol saben qué hacer en caso de que un incendio forestal en el Manquimávida se acerque a sus casas? ¿saben qué hacer en el caso de riesgo de un aluvión? ¿a dónde deben ir? Otra pregunta muy importante es ¿lo saben quienes toman las decisiones en el municipio?
Siendo que la geomorfología chiguayantina no ha cambiado en la última década: un valle entre un gran río y una cadena de cerros con cultivo de las forestales, resultaría útil ser un poco más proactivo, preparar tanto en protocolos como en recursos y no esperar hasta que el desastre termine para activar los comités de emergencia para evaluar cómo poner parches a heridas que el alcalde sabe vaticinar. Es evidente la falta de un plan al ver que estamos en verano y no hay cortafuegos entre nuestro pedazo de Cordillera de la Costa y zona urbana, al ver que no hay mecanismos de contención de aluviones en los sectores de riesgo sino que en algunos de los sectores con siniestros previos. Se podría salvar vidas y ahorrar muchos recursos que se gastan después de las catástrofes si se invirtiera en seguridad antes de la catástrofe.
Rivas no fue el único que vaticinó el incendio forestal en el Manquimávida, todos lo hicimos. La diferencia es que cuando se está a la cabeza de una municipalidad se dispone de recursos para prevenir en favor de las vidas y el bienestar de toda la comuna. Si no fuera por el aumento de las unidades aéreas de combate de incendio y la eficiencia y disciplina de Bomberos los daños no solo serían forestales. Hacer un llamado por la televisión regional a no quemar los cerros y denunciar si sabe de alguien que no haga no es suficiente. Hacer un llamado a la calma tampoco lo es.
El tener un alcalde en terreno no conlleva ninguna virtud intrínseca. Quizás a algunos les puede llamar la atención escuchar por la radio del alcalde hablando con las sirenas de Bomberos sonando detrás, o podría ser imponente una foto del alcalde con un fondo en llamas y rodeado de equipos de emergencia. Eso de ser un político “en terreno” está totalmente sobrevalorado a la hora de la crisis si es que es solo para la foto. Un político flojo dentro del edificio municipal no va a ser más eficiente y proactivo solo por tener luz y ventilación natural. Si no hay un trabajo serio de preparación, el salir a terreno será solo para contemplar en primera fila el desastre autoinfligido por la inacción.
Los vecinos de la Villa Santo Domingo, huérfanos de su municipio, se rascaron con sus propias uñas y las de Bomberos la noche de Navidad por la política sistemáticamente reactiva de la administración de Rivas. Al parecer, el plan de emergencia es improvisar. Esta fue una emergencia más, que no es la primera ni será la última, ¿qué más da?
Periodista, esposo, padre. Penquista erradicado en Santiago que no logra desligarse de su natal Concepción. Creyente y director de faroalasnaciones.com.